Sabores y tipos de alimentos para gatos: ¿A mi gato le gusta su alimento?

Los gatos son conocidos por su visión nocturna, su incomparable capacidad de salto e incluso sus «siete vidas», pero no está tan claro cómo perciben el sabor de su alimento.

Los científicos saben que las papilas gustativas de los felinos son mucho menos complejas que las nuestras, lo que probablemente se deba a la evolución. Según Mis Animales, los gatos son uno de los pocos animales que no pueden distinguir el sabor dulce. Parece que sí tienen receptores gustativos para los sabores ácidos, amargos, salados, para el umami (sabroso) y posiblemente para la grasa, además de un gusto por algo que nosotros no tenemos: el trifosfato de adenosina (TFA). Aunque los investigadores no entienden del todo este perfil gustativo, el TFA parece ser una señal para la carne, ya que es el compuesto que suministra la energía en cada célula viva.

Pero, ¿cómo sabemos exactamente cómo perciben el sabor de los alimentos los gatos y si les gusta o no? Entre el alimento húmedo y el seco, el atún y el pollo, la salsa y todas las demás opciones que existen, vamos a analizar los distintos tipos de alimentos para gatos y algunas de sus posibles preferencias alimentarias.

Tipos de alimentos para gatos

Hay tres categorías principales de alimentos para gatos disponibles en el mercado, cada una de ellas en una variedad de sabores:

Seco

Según Animaltia, los alimentos secos son un tipo de alimento deshidratado. También llamadas croquetas, este tipo de alimento suele contener un 90% de materia seca y un 10% de agua. Está disponible en una gran variedad de sabores y formulaciones especiales, como la fórmula para gatos domésticos y la fórmula para bolas de pelo. Algunos alimentos secos están formulados para ayudar a prevenir la acumulación de sarro dental.

En lata

Los alimentos en lata para gatos, tal y como expone Cosas de gatos, contienen entre un 60% y un 80% de agua, y entre un 5% y un 10% de materia seca. El alimento húmedo para gatos se puede refrigerar hasta tres días, pero no perdura durante mucho tiempo si se deja a temperatura ambiente. Dado que los gatos suelen comer muchas veces al día, en lugar de en una o dos comidas grandes, el alimento húmedo no consumido es propenso a formar una costra en las partes más externas a medida que se seca, lo que disminuye tanto su sabor como su conveniencia, ya que hay que limpiar los platos repetidamente.

Semihúmedo

Este tipo de alimento presenta una textura más blanda que el alimento seco, pero no es tan húmedo ni blando como el alimento en lata. Además, Ateuves también expone que, debido a su alto contenido en azúcares, este tipo de alimentos es más sabroso y fácil de digerir, resultándole más apetecible a los gatos. La ventaja que tienen respecto al alimento en lata es que son más convenientes ya que normalmente no necesitan refrigeración. Sin embargo, tampoco deben dejarse a temperatura ambiente demasiado tiempo.

Preferencias alimentarias de los gatos

• Sabores: Aunque hay sabores de alimento para gatos que se adaptan incluso a los paladares más exigentes, desde el atún y el pescado oceánico hasta el conejo o el pollo, el sabor les importa menos a los gatos que el valor nutricional del alimento. Como se cita en Avepa, los gatos constituyen la única especie que se alimenta a partir de sus necesidades nutricionales. Aun así, antes de comprar cualquier alimento en gran cantidad, puedes considerar pedir muestras a tu veterinario o simplemente comprar el producto en el tamaño más pequeño disponible para ver cómo lo tolera tu querida mascota.
• Textura/Formulación: Si comparamos el alimento húmedo y el seco, algunos gatos parecen preferir las opciones más blandas y húmedas (o las semihúmedas), aunque en esto influirá lo que se les haya dado de comer desde pequeños. Es muy común que los gatos no se coman el alimento húmedo que ha estado fuera todo el día y ha empezado a secarse. En general, todos los gatos (y perros) presentan sus características individuales, y tendrán sus propias preferencias particulares.
• Temperatura: Según la revista Portales Médicos, la lengua es capaz de distinguir mejor los sabores si el alimento está a una temperatura igual o parecida a la del cuerpo. Esto significa que el alimento parece mucho más sabroso cuando se calienta. Aunque este estudio de temática limitada se centra solo en los humanos, también puede aplicarse al mundo felino. Cuando se aplican temperaturas más altas a los alimentos, independientemente de quién los coma, se liberan y difunden moléculas de olor, lo que aumenta aún más su atractivo. Si decides calentar la comida de tu gato, caliéntala brevemente y comprueba siempre que no está demasiado caliente antes de servirla.
• Suplementos y complementos: Aunque los suplementos líquidos o los complementos en polvo tienen su lugar, especialmente cuando un gato tiene una enfermedad crónica y es reacio a comer, en general es mejor evitar estos aditivos alimentarios. Los alimentos disponibles en el mercado ya están equilibrados nutricionalmente. Los excesos de nutrientes son un problema común y pueden ser tan perjudiciales como las carencias. Si quieres utilizar un aditivo alimentario, es conveniente que lo consultes primero con tu veterinario.

Preguntas que debes hacerle a tu veterinario sobre las preferencias alimentarias de tu gato

Hay varias preguntas que debes hacerle a tu veterinario para que te sea más fácil elegir el alimento adecuado para tu gato. Revisar las opciones de alimentos con el veterinario es un buen hábito que debe incorporarse en cada cita, independientemente de si es por bienestar o por enfermedad. Aquí tienes algunas preguntas que deberías hacerle a tu veterinario:

• ¿Le gusta a mi gato el sabor de su alimento?
• ¿Tienes alguna recomendación alimentaria específica basada en el estilo de vida de mi gato o en los riesgos futuros para su salud?
• ¿Ves algún indicio para cambiar el tipo de alimento que come mi gato según el examen o los resultados del laboratorio? (Los exámenes anuales y los análisis de laboratorio son excelentes herramientas para seguir las tendencias de la salud de tu gato, lo que permite a los veterinarios detectar las enfermedades con antelación).
• ¿Mi gato tiene un peso excesivo o insuficiente?
• ¿Tiene mi gato alguna enfermedad de la piel? ¿Algún problema dental? ¿Problemas gastrointestinales o urinarios? ¿Alergias alimentarias?

En definitiva, no hay un tipo de alimento, textura o sabor que se adapte a todos los gatos y no hay una única forma de saber exactamente cómo perciben los sabores de los alimentos los gatos. Además de probar muestras para identificar las preferencias alimentarias individuales de tu gato, consulta con tu veterinario para que te oriente en la selección del mejor alimento para gatos. La expresión «somos lo que comemos» es válida para los miembros de nuestra familia felina, ya que la elección del alimento adecuado puede ayudar a que tu gato tenga una vida más larga y saludable.