Salud digestiva para gatos

¿Qué son los problemas digestivos de los gatos?

Un problema o trastorno digestivo es cualquier afección que impida a tu gato la correcta digestión de los alimentos o que altere la velocidad a la que los alimentos recorren su tracto digestivo. ¡Presta mucha atención a los síntomas! Si tu gato muestra síntomas de trastornos digestivos, consulta de inmediato al veterinario.

Gato jugando en el sofá


Signos que indican que tu gato podría tener un trastorno digestivo

Los signos más comunes de los problemas de estómago y de los trastornos digestivos en gatos son las heces blandas o la diarrea. También puedes detectar algunos de los siguientes signos (o todos).

  • Vómitos

  • Regurgitación

  • Flatulencias

  • Debilidad

Los trastornos digestivos crónicos puede ser un problema debilitante para muchos gatos, y requieren la realización de pruebas y un diagnóstico exhaustivo por parte del veterinario.

Ejemplos de trastornos digestivos comunes

Los trastornos digestivos pueden producirse por diferentes razones, y todas ellas pueden hacer que tu gato sienta cierto malestar. Recuerda que la diarrea puede ser difícil de detectar en gatos que hacen sus necesidades fuera de casa. Si crees que tu gato tiene problemas, te recomendamos que le proporciones un arenero. A continuación, compartimos algunos de los trastornos digestivos más frecuentes en gatos.

 

Gato sobre una camilla junto a una veterinaria
  • Gastroenteritis aguda

    Esta es la causa más frecuente del malestar digestivo en gatos. Suele consistir en vómitos y diarrea repentinos. Puede deberse a numerosas causas, como la ingesta de algo desagradable (o, como les encanta hacer a muchos gatos, comerse medio ratón y dejarnos el resto para que lo encontremos), parásitos, virus y bolas de pelo, por nombrar algunas.

  • Enteropatía crónica o enfermedad intestinal inflamatoria
    • A diferencia de los trastornos repentinos que acabamos de mencionar, las enteropatías crónicas tardan más tiempo en surgir y suelen prolongarse. La diarrea y la pérdida de peso son signos frecuentes. Las enteropatías también pueden deberse a diversas causas, como reacciones alimentarias adversas, respuestas inmunitarias o factores genéticos.

  • Colitis

    El colon forma parte del intestino grueso, y su inflamación se denomina colitis. Suele ser muy característica, y la mayoría de los gatos muestran los mismos signos: necesitan defecar con urgencia o pueden tener dificultades para hacerlo y no expulsar apenas nada. Otro de los signos clásicos de la colitis es la presencia de sangre y/o mucosidad viscosa en las heces.

  • Estreñimiento

    Como nos ocurre a los humanos, cuando los gatos están estreñidos les resulta difícil defecar, y pueden hacerlo con mucha menos frecuencia. El estreñimiento puede deberse a distintas causas. La ingesta de huesos, plumas y pelo puede hacer que las heces sean duras y difíciles de evacuar. La presencia de mucho pelo (especialmente en gatos con pelo largo) o un movimiento intestinal lento también pueden dar lugar a heces secas y difíciles de expulsar. Algunas razas, como el gato siamés, son más propensas que otras al movimiento intestinal lento. Esto puede dar lugar a una afección denominada megacolon.

  • Pancreatitis

    Este es un trastorno complejo que afecta a los gatos y que puede ser difícil de diagnosticar debido a que sus síntomas (entre los que se incluyen vómitos, letargo y falta de apetito) son poco precisos. En el caso de los gatos puede manifestarse de forma intermitente y suele ir acompañado de otros problemas, como reacciones adversas al alimento o enfermedad inflamatoria intestinal.

  • Alergias alimentarias

    Los gatos pueden reaccionar mal a determinados alimentos por distintas razones. Este tipo de reacciones se denominan reacciones adversas al alimento. Las verdaderas alergias alimentarias son más raras de lo que creemos, y suelen estar causadas por la proteína de alimentos como el pollo, el pescado y la leche. Las alergias alimentarias pueden provocar vómitos y diarrea, y problemas cutáneos como picores o un aseo excesivo.

¿Cómo puedes ayudar?

En primer lugar, si sospechas que tu gato puede tener un trastorno digestivo, consulta a tu veterinario sobre los tratamientos posibles. Puedes ayudar aún más a tu gato reduciendo aquellos estímulos de su entorno que le produzcan estrés con algunas de estas sugerencias:

Mujer con jersey naranja y gato en brazos

Sigue una rutina

Los cambios en la rutina o entorno de tu amigo felino pueden causar trastornos gastrointestinales. Ayuda a tu gato jugando con él con regularidad y ofreciéndole un entorno tranquilo y seguro.

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Gato con niño

Suplementos

Los parásitos como los anquilostomas y los ascárides pueden provocar trastornos gastrointestinales, por lo que si tu gato suele explorar el exterior, asegúrate de que recibe los cuidados preventivos adecuados.

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Ten en cuenta su nutrición

Los alimentos elaborados con ingredientes muy digestibles pueden ser beneficiosos para gatos con molestias digestivas. Consulta a tu veterinario sobre cómo cambiar la alimentación de tu gato sin hacer que su estómago sufra.

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Recursos y consejos

Consulta estos recursos de nuestro equipo de veterinarios para ofrecer a tu gato los mejores cuidados posibles durante el camino que tiene por delante.